El
concepto de balance hídrico se deriva del concepto de balance de materia, es
decir, que es el equilibrio entre todos los recursos hídricos que ingresan al
sistema y los que salen del mismo, en un intervalo de tiempo determinado.
Para
la determinación del balance hídrico se debe hacer referencia al sistema
analizado. Estos sistemas pueden ser, entre otros:
•Una cuenca hidrográfica
•Un embalse
•Un lago natural
•Un país
•El cuerpo humano
BALANCE HÍDRICO DE UNA
CUENCA HIDROGRÁFICA
El
estado inicial (en el instante t) de la cuenca o parte de esta, para efecto del
balance hídrico, puede definirse como, la disponibilidad actual de agua en las
varias posiciones que esta puede asumir, como por ejemplo: volumen de agua
circulando en los ríos, arroyos y canales; volumen de agua almacenado en lagos,
naturales y artificiales; en pantanos; humedad del suelo; agua contenida en los
tejidos de los seres vivos; todo lo cual puede definirse también como la
disponibilidad hídrica de la cuenca.
Las
entradas de agua a la cuenca hidrográfica pueden darse de las siguientes
formas:
•Precipitaciones:
lluvia; nieve; granizo; condensaciones;
•Aporte
de aguas subterráneas desde cuencas hidrográficas colindantes, en efecto, los
límites de los acuíferos subterráneos no siempre coinciden con los límites de
los partidores de aguas que separan las cuencas hidrográficas;
•Transvase
de agua desde otras cuencas, estas pueden estar asociadas a:
•Descargas
de centrales hidroeléctricas cuya captación se sitúa en otra cuenca, esta
situación es frecuente en zonas con varios valles paralelos, donde se construyen
presas en varios de ellos, y se interconectan por medio de canales o túneles,
para utilizar el agua en una única central hidroeléctrica;
•Descarga
de aguas servidas de ciudades situadas en la cuenca y cuya captación de agua
para uso humano e industrial se encuentra fuera de la cuenca, esta situación es
cada vez más frecuente, al crecer las ciudades, el agua limpia debe irse a
buscar cada vez más lejos, con mucha frecuencia en otras cuencas. Un ejemplo
muy significativo de esta situación es la conurbación de San Pablo, en el
Brasil; Las salidas de agua pueden darse de las siguientes formas:
•Evapotranspiración:
de bosques y áreas cultivadas con o sin riego;
•Evaporación
desde superficies líquidas, como lagos, estanques, pantanos, etc.;
•Infiltraciones
profundas que van a alimentar aquíferos;
•Derivaciones
hacia otras cuencas hidrográficas;
•Derivaciones
para consumo humano y en la industria;
•Salida
de la cuenca, hacia un receptor o hacia el mar.
El
establecimiento del balance hídrico completo de una cuenca hidrográfica es un
problema muy complejo, que involucra muchas mediciones de campo. Con
frecuencia, para fines prácticos, se suelen separar el balance de las aguas
superficiales y el de las aguas subterráneas.
BALANCE HÍDRICO DE UN
EMBALSE O DE UN LAGO NATURAL
Es,
en cierta manera , un caso particular del anterior, sin embargo al tratarse de
un ámbito más restringido, es posible profundizar más en la descripción de
entradas y salidas del embalse o lago natural.
La
contaminación hídrica o contaminación del agua es una modificación de esta,
generalmente provocada por el ser humano, que la vuelve impropia o peligrosa
para el consumo humano, la industria, la agricultura, la pesca y las
actividades recreativas, así como para los animales y la vida natural.1
Si bien la contaminación de las aguas
puede provenir de fuentes naturales (como, por ejemplo, la ceniza de un
volcán)2 la mayor parte de la contaminación actual proviene de actividades
humanas. El desarrollo y la industrialización suponen un mayor uso de agua, una
gran generación de residuos, muchos de los cuales van a parar al agua y el uso
de medios de transporte fluvial y marítimo que en muchas ocasiones, son causa
de contaminación de las aguas. Las aguas superficiales son en general más
vulnerables a la contaminación de origen antropogénico que las aguas
subterráneas, por su exposición directa a la actividad humana. Por otra parte
una fuente superficial puede restaurarse más rápidamente que una fuente
subterránea a través de ciclos de escorrentía estacionales. Los efectos sobre
la calidad serán distintos para lagos y embalses que para ríos, y diferentes
para acuíferos de roca o arena y grava.
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